Investigación coreográfica basada en el estudio del movimiento, el contraste entre la parte femenina y masculina en el cuerpo de cada uno : juego sobre la androginia y la confusión de los géneros. Trabajo relacionado con la musicalidad, dentro y fuera del cuerpo favoreciendo el minimalismo para alcanzar a la vibración del sonido.
Durante una semana, las bailarinas se reunirán en inmersión en este antiguo tanque de queroseno, lleno y luego vacío, entre silencio y vibraciones, rodeadas por pantallas y acompañadas por un artista visual.
Todo empezó por un paseo observando la riqueza y la diversidad urbana : viajeros de paso, artistas poetas, vagabundos, hombres trajeados y palomas salvajes… El ruido de la calle se convierte en “cantes clericales”, el movimiento de la multitud marcó el ritmo.
Todo resultaba coordinado, a veces lento, a veces rápido… La postura elegante de algunos, indolente de otros. La mirada perdida, los brazos colgando, o la espalda encorvada, cada uno metido en su papel, en su sitio, actuando como lo podía. Al igual que un cuadro urbano colgado en el tiempo, dicha creación es una puesta en escena de personajes con diferentes sentimientos, mezclando actitudes carismáticas, como sofisticadas e instintivas.
Rostros marcados. La insolencia asumida. Firmes y sin concesiones, las bailarinas impactan por la profundidad de su gestualidad, demostrando la fuerza que llevan en si mismas sin perder su gracia. Un entorno industrial muy real, intervenciones teatrales, y sesiones sin control de ” pura improvisación” musical.
Originaria de Gabon, Carmel Loanga Sauvage, la coreógrafa, vive en Paris donde trabaja con diferentes compañías de baile urbano y contemporáneo principalmente compuestas por mujeres. 
Ha colaborado con varios artistas reconocidos al nivel internacional en la realización de actuaciones en vivo, de películas, de video clips.
Ejerciendo su labor de profesora, como bailarina o coreógrafa, ha elaborado a lo largo de su carera un concepto muy preciso del uso de la feminidad en el baile urbano.
El universo de la moda está muy presente en esta creación coreográfica. Su nombre es “The dress “: puede resultar ser un problema para algunas debido a su dimensión y su connotación exclusivamente fémina.
El trabajo de baile se efectuara con la participación de una cantante que goza de una voz llena de matices que le ha permitido incurrir en diferentes estilos y géneros musicales como el hip hop, el blues, el funk, el flamenco y la música tradicional Afrocubana, hasta llegar a su peculiar estilo de fusión. Yudith Porto es una antante cubana afincada en Canarias, graduada como operadora de audio y musicalización de Radio, Cine y television por la escuela vocacional Felix Varela de la Habana. Ha compartido escenario y colaborado con diversos artistas y músicos de la talla de Cesaria Evora, Silvio Rodriguez, Van y Orishas, por solo mencionar a algunos!
Esta investigación esta pensado como una forma de abrazar la vida con su diversidad, en la que encontramos Armonía y Disonancia. Mas allá de ser un objeto que tapa la intimidad del cuerpo de la mujer “The dress” representara en esta creación El Vestido del alma.
Un homenaje al arte del baile, una invitación para explorar el sueño y la espiritualidad del cuerpo bajo todas sus formas.
Propuesta de residencia de Sara Maurin Kane, directora artística franco-senegalesa.
Sara creció en un universo artísticoen contacto permanente con las artes visuales, las actuaciones, la literatura y la escritura. Su interés por las artes coreográficas se desarrolló desde muy pequeña mediante la práctica del ballet clásico, el jazz y el baile contemporáneo.
En Senegal, descubrió el baile tradicional de África Occidental, los bailes urbanos y latinos.
Obtuvo una Licenciatura en Artes Artísticas combinado con una formación profesional en el baile y completo su carrera universitaria con la obtención de un Master en Cooperación Artística Internacional.
Ha trabajado en Dakar, Congo Brazzaville, París, Niza, Londres, Nueva York y ahora vive en Tenerife.
Ha colaborado con artistas de renombre internacional como Bob Wilson y Alicia Keys, así como con importantes organizaciones como la Fundación Louis Vuitton y los Institutos Franceses.
Como artista, necesita establecer colaboraciones con personas ricas en propuestas e ideas novadoras con el fin de crear proyectos y conceptos artísticos híbridos potentes al nivel estético y visual.